miércoles, 22 de agosto de 2007

Herbert George Wells:

Desempeñó varios oficios (aprendiz, contable, tutor y periodista) hasta 1895, antes de obtener una beca para estudiar Ciencias Naturales en el Royal College of Science de Londres. Después enseñó en el University Correspondence College de Cambridge. Su relación con Rebecca West, que duró diez años, dio por fruto un hijo, Anthony West, nacido en 1914.
Al contraer
tuberculosis abandonó todo para dedicarse a escribir, llegando a completar más de cien obras. Se le considera uno de los precursores de la ciencia-ficción y sus primeras obras tuvieron ya por tema la fantasía científica, descripciones proféticas de los triunfos de la tecnología y comentarios sobre los horrores de las guerras del siglo XX: “The Time Machine” (La máquina del tiempo) (1895), su primera novela, de éxito inmediato, en la que se entrelazaban la ciencia, la aventura y la política; “The Invisible Man” (El hombre invisible) (1897); “The War of the Worlds” (La guerra de los mundos) (1898); y “The First Men in the Moon” (1901). Muchas de ellas dieron origen a varias películas.
A la vez se interesó por la realidad sociológica del momento, especialmente por la de las clases medias, defendiendo los derechos de los marginados y luchando contra la hipocresía imperante, que dibujó con cariño, compasión y sentido del humor en novelas como “Love and Mr. Lewisham” (
1900), “Kipps, the Story of a Simple Soul” (1905) y “Mr. Polly” (1910), novela de extenso retrato de los personajes en la que, como en “Kipps”, describe con fina ironía el fracaso de las aspiraciones sociales de sus protagonistas.
La gran mayoría de sus restantes libros pueden clasificarse como
novelas sociales. Entre ellas se encuentran “Ann Veronica” (1909), en la que defiende los derechos de las mujeres, “Tono Bungay” (1909), un ataque al capitalismo irresponsable, y “Mr. Britling va hasta el fondo” (1916), que describe la reacción del inglés medio ante la guerra.
Después de la
Primera Guerra Mundial (1914-1918), redactó la historia de la humanidad en tres partes, “Outline of History” (1920), en la que colaboró Julian Huxley.
A lo largo de toda su vida Wells se preocupó, y dejó amplia constancia de ello, de la pervivencia de la sociedad contemporánea. Durante un breve periodo de tiempo fue miembro de la
Sociedad Fabiana. Aunque creyó firmemente en la utopía según la cual las vastas y terroríficas fuerzas materiales puestas a disposición del ser humano podían ser controladas por la razón y utilizadas para el progreso y la igualdad entre los habitantes del mundo, poco a poco fue volviéndose más pesimista y cesó su pertenencia a dicha sociedad. Así dedicó su obra “42 to 44” (1944) a la crítica de muchos de los líderes mundiales del tiempo. Por otro lado, en “El destino del homo sapiens” (1945) expresaba las dudas acerca de la posibilidad de supervivencia de la raza humana. Escribió asimismo “Experimento en Autobiografía” (1934) antes de su muerte acaecida el 13 de agosto de 1946, en Londres.
Todo comenzó un 9 de julio de 2010; además de ser un feriado nacional, era un día especial para todos los amantes del fútbol. Argentina se enfrentaba a bracil por final de la copa del mundo en Sudáfrica.
Invite a mis amigos, Bruno y Cristian a disfrutar del partido en mi casa. Eran las 14.35, el partido comenzaba recién a las 18.45. La espera se hacia eterna, aviamos agotado todas las alternativas para pasar el tiempo. Se me ocurrió ayudar a mama limpiando la pecera. Bruno se encargo del agua, Cristian de limpiar los vidrios y yo de los adornos. Tanto bruno como Cristian no tuvieron dificultades, pero encontré algo q me llamo mucho la atención. ¡el cofre!. Tenia dispositivos q no eran normales. Llame a mis amigos y lo analizamos por una ora mas o menos. Ya no importaba mas el partido, ni ninguna otra cosa... solo el cofre, corrimos a buscar a un vecino que era científico. Bruno se quedo cuidando el aparato. Después de encontrarlo, a pesar de que se nos dificulto mucho ya que estaba con los preparativos para ver el partido, volvimos a casa. Allí estaba bruno asustado como jamás lo había visto. Jorge, mi vecino, analizo el aparato y dijo que nunca en su vida avía visto algo similar. Estaba seguro que no era de este mundo. Rápidamente fuimos a la casa de Jorge y analizamos el aparato. Jorge noto q estaba lleno de unas pelotitas. Era una especie de levaduras cósmicas. Estábamos desesperados.
Entonces experimentamos con una sola bolita, y el pez q la comió duplico su tañado. Sabíamos q si los peses comían la totalidad de las bolitas se harían gigantes i harían lo q ellos deseen con la humanidad. Estuvimos horas pensando un plan, a Jorge se le ocurrió algo fantástico. Fuimos a la fabrica de alimentos para peses y envenenamos con veneno para elefantes todo el producto.
De esta manera logramos triunfar frente a estos “animalitos” que podrían haber cambiado el rumbo de la historia, incluso el triunfo de 3 a dos de argentina frente a brasil.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Historia de la ciencia-ficción

La expresión fue acuñada en 1926 por Hugo Gernsback cuando la incorporó a la portada de una de las revistas de narrativa especulativa más conocidas de los años 1920 en Estados Unidos: Amazing (ver más abajo). El uso más temprano del término parece datar de 1851 y es atribuido a William Wilson, pero se trata de un uso aislado y el término no se generalizó con su acepción actual, hasta que Gernsback lo utilizó de forma consistente (después de hacer un intento previo con el término scientifiction que no llegó a cuajar).
Así pues, hasta el año 1926 la ciencia ficción no existía como tal. Hasta esa fecha las narraciones que hoy día no dudamos en calificar de ciencia ficción recibían diversos nombres: viajes fantásticos, relatos de mundos perdidos, utopías, novelas científicas.
El canadiense
John Clute denomina a esta época anterior a la eclosión del género proto ciencia ficción. Un nombre casi perfecto... para los que recuerden la excelente película de Donald Cammell de 1977, Engendro mecánico.
Ciencia ficción

La ciencia ficción es un
género de ficción sobre la extrapolación científica y tecnológica donde los relatos presentan qué impacto producen esos avances científicos y tecnológicos, presentes o futuros, sobre la sociedad o los individuos. Este género ha experimentado durante todo el siglo XX un gran éxito tanto en la literatura como en el cine.
Su nombre deriva de una traducción incorrecta del término en inglés, ya que la traducción correcta sería "ficción de/sobre la ciencia" o ficción científica(*). Si bien muchos expertos opinan que debería utilizarse éste último, la costumbre está demasiado extendida y sólo muy pocos lo utilizan. En cualquier caso, en inglés también suele escribirse con un guión de unión, como "science-fiction", cuya abreviatura mundialmente conocida es "SCI-FI", pudiendo traducirse de igual modo al español como "ciencia-ficción", y en este caso sí se considera una traducción válida.
Los
cuentos o historias de ciencia ficción exploran lo desconcido enmarcándolo en los efectos de la ciencia y la tecnología sobre la sociedad. En una visión amplia incluye obras fantásticas de autores fuera del género específico. Originalmente un género literario que también ha alcanzado gran desarrollo en el cine

lunes, 6 de agosto de 2007

12 Días
Yo, Jorge Gómez, me encontraba en mi escritorio de la calle Brandsen al 1200 el 26 de abril de 1992, terminando mi obra cumbre, El náufrago de San Andrés. En ella, Donde mi personaje, Fonseca, tiene que sobrevivir 12 días en una isla completamente deshabitada, durante los cuales, M. Fonseca, tiene que superar diferentes citaciones situaciones para poder sobrevivir. Fonseca logra, sin esfuerzo, superar todas las dificultades físicas, construyendo un pequeño refugio con ramas bajo un grupo de árboles que le permitieron afrontar el frío y la tormenta que provocó el naufragio, consiguiendo alimentos por medio de a través de la pesca gracias a lanzas construidas precariamente con instrumentos como cañas que consigue en el ambiente.
Pero a Fonseca le resultó imposible superar las circunstancias psíquicas que conllevaba estar en una isla solo doce 12 días después de haber perdido a todos sus amigos en un naufragio horrible en las aguas heladas del Atlántico sur. Esto llevó a Fonseca al suicidio.
Decidí tomar un descanso para reflexionar sobre una propuesta que me había hecho un muy amigo mío, periodista, que consistía en hacer un reportaje en la isla luego de publicar el libro, para lograr algo de publicidad y duplicar las ventas.
Al poner a la venta la obra no tardé en aceptar la propuesta, cerca del mes de octubre, ya que la obra salió a principios de junio y no había logrado las ventas esperadas.
El 2 de noviembre zarpamos con mi amigo Pedro junto con una tripulación de unos 30 hombres, entre los cuales se encontraban el equipo de producción para la entrevista y unos cuantos marineros experimentados.
Al subir al barco note tuve un mal presentimiento, siempre supe que las aguas del Atlántico sur son muy peligrosas, pero a esto le sumamos que el barco era muy pequeño para cargar con 30 hombre y había mucha carga que suponía que era de contrabando. En definitiva decidí dejar de lado mis preocupaciones y confiar en los marineros que nos acompañaban.
Era un viaje largo de unos 30 días. Calculábamos llegar a mediados de diciembre.
Ya en viaje, hace unos 13 días atrás notaba que mi amigo Pedro estaba cansado, débil, lo veía algo enfermo.
El 3 de diciembre, hace hicía once 11 días que estábamos en alta mar, hacia muchísimo frió y llovía torrencialmente, faltaban pocas horas para llegar a la isla pero al ser de noche decidimos anclar.
Nos encontrábamos con Pedro en el camarote algo preocupados mientras todo el equipo de producción dormía en otro y todos los marineros estaban en cubierta.
De pronto uno de los marineros ingresa (mantener el tiempo verbal) de golpe en el camarote gritando que vallamos fuéramos a cubierta, el barco se hundía.
Corrimos con el marinero y nos colocamos un chaleco salvavidas cada uno, subimos al barco de salvataje junto con unos 7 hombres más.
No tarde en darme cuenta que muchos de todos los hombres estaban dominados por el en pánico, y el número de barcos de salvataje eran escaso.
De pronto la tormenta provocó que unos 4 hombres cayeran al océano mientras tres marineros saltaban en su rescate, dejándonos a solas en el barco, a Pedro y al marinero (que nos fue a buscar al camarote). Tratamos de mantenerlo lo más quieto posible, con la ayuda de unos remos, para esperarlos. Pero esto fue imposible y no tarde en desmayarme, al despertar me encontraba en una costa con el barco a mi izquierda y Pedro acostado boca arriba a mi derecha.
Me sentía muy débil por lo cual tardé en levantarme, hacia un frió terrible que congelaba mis pies dificultándome el poder moverme.
Al incorporarme me acerqué al periodista que estaba en el suelo y noté al instante que estaba muerto.
Miré a mi alrededor y estaba completamente solo, estaba muy oscuro, la luna era la única fuente de luz y el frió entumecía mi cuerpo. Arrastré al cuerpo de Pedro hasta un grupo de árboles que se agrupaban formando una especie de refugio y me desvanecí nuevamente.
Al despertar el sol se asomaba sobre los árboles y me horroricé nuevamente al ver el cuerpo de Pedro inmóvil junto a mi lado mí.
Me lamenté muchísimo, estaba en la misma situación en la que se encontraba mi personaje en el cuento que lanzaba a la venta hacia apenas 6 meses atrás, y comenzaba a vivir uno de mis peores miedos que era el estar solo en una isla y lo que es era peor, ver el cuerpo de mi mejor amigo a unos 2 metros.
En ese momento me convencí de que tenía que vivir para llevar el cuerpo de Pedro a sus hijos y no quería aceptar que estaba a punto de perder todo.
Decidí esperar en el lugar donde me encontraba hasta que me fuean vuelvan a buscar, no podían tardar mucho, observé la copa de los árboles que no eran muy altos y me di cuenta que era el refugio perfecto ya que evitaba que pasara la mayor parte del viento helado.
Pasaron unas cuantas horas y de repente vi un cangrejo que maté con una piedra filosa que encontré a mi izquierda y no tardé en sacarle el caparazón y comerlo. Tomé un pedazo de corteza del árbol y lo comencé a frotar con la piedra y dos ramas con la intención de hacer algo de fuego lo cual me llevó unas cuantas horas. Ya era de noche pero había logrado hacer una pequeña fogata que me calentaba.
Esa noche no dormí, al amanecer encontré en la costa una caja que guardaba hojas y lapiceras, calculo procedentes del naufragio, en las cuales escribo esto que estás leyendo..
Ya hace 11 días que me encuentro solo los cuales pase alimentándome de cangrejos que comencé a cocinar con la fogata junto al cuerpo de pedro que reposa sobre unos árboles donde lo coloque. Es la noche del día 11 y la piedra que use para matar al primer cangrejo la tengo en mi mano, fue lo que más me sirvió en estos días, estoy iluminado por el fuego y el cuerpo de Pedro está unos metros de mi sentado, inerte tal cual lo había dejado yo hace unos días atrás.
Yo, Manuel Rinaldi, el marinero experto que acompaño a Jorge Gómez en su entrevista a la isla de San Andrés del Atlántico sur, presentó estos escritos que encontré bajo una piedra ensangrentada juntos con los cadáveres de Jorge Gómez y Pedro Rodríguez.



autores: Viotti, Lucas Manuel

Cotta, Antonela